La política y la industria que promueven los muros europeos

Euskera

Mark Akkerman

(traducido por Loles Oliván Hijós)

La política y la industria que promueven los muros europeos1

El dron de Elbit Systems desarrollado durante los ataques a Gaza y usado por la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA). Salón Aeronáutico de París, 2007. (Crédito: Matthieu Sontag (CC-BY-SA).)

Treinta años después de la caída del Muro de Berlín, los países europeos han levantado más de mil kilómetros de muros y vallas fronterizas terrestres, en su mayoría para impedir el paso a las personas refugiadas.2 Forman parte de toda una infraestructura de seguridad fronteriza que incluye, como resumen Hayes, Wright y Humble, “muros de hormigón, muros virtuales, torres de vigilancia y de francotiradores, cámaras, radares terrestres y vigilancia infrarroja de telecomunicaciones inalámbricas, sondas de dióxido de carbono, tecnología de la información, sistemas de identificación y bases de datos de inmigración”.3 La decisión de construir estas infraestructuras no es arbitraria sino que está promovida por la industria militar y de seguridad que da soporte a estos muros. Por ello no es de extrañar que sea esta misma industria la beneficiaria.

Lobbys a favor de la militarización

La construcción de muros y vallas fronterizas forma parte de la respuesta europea a la llamada “crisis de los refugiados” desde 2015, y encaja con un patrón de militarización y externalización de las fronteras, que se han convertido en importantes pilares de las políticas migratorias de la UE. El próspero lobby de la industria militar y de seguridad es uno de los principales impulsores de estas políticas. Como escribe el investigador danés Martin Lemberg-Pedersen (Universidad de Aalborg), “se erigen como expertos en seguridad fronteriza y se sirven de su posición para enmarcar la inmigración hacia Europa como una amenaza creciente a la seguridad que requiere productos cada vez más avanzados” 4 que ellos proporcionan. Propuestas concretas defendidas en un principio por la industria –como el establecimiento de una guardia de fronteras europea y del sistema de vigilancia de fronteras EUROSUR a escala de la UE– han pasado a ser finalmente políticas de la UE.

Grandes empresas armamentísticas, como Airbus (Paneuropea), Leonardo (Italia) y Thales (Francia), así como lobbys industriales entre los que destacan la Organización Europea para la Seguridad (EOS) y la Asociación de Industrias Aeroespaciales y de Defensa de Europa (ASD), son las que lideran estas iniciativas.5 Se reúnen regularmente con la Comisión Europea y otras instituciones de la UE, dominan los órganos consultivos oficiales, redactan propuestas políticas influyentes, organizan encuentros con la industria, con responsables políticos y con ejecutivos, con quienes también se reúnen en multitud de ferias, conferencias y seminarios militares y de seguridad internacionales.

Militarización y externalización de las fronteras

Este estratagema de la migración como una amenaza para la seguridad constituye la premisa sobre la que se han construido las políticas migratorias de la UE. Ha establecido el rumbo para que los Estados miembros de la UE den una respuesta militarizada y envíen fuerzas armadas a las fronteras, construyan muros y vallas y desplieguen una cantidad cada vez mayor de equipos de seguridad fronteriza, desde artículos militares tradicionales (buques, helicópteros, armas) hasta nuevas tecnologías, aviones teledirigidos, herramientas de vigilancia y sistemas de identificación biométrica.

A escala de la UE, las etapas más destacadas de este proceso son la ampliación de la agencia de guardia de fronteras Frontex, la puesta en marcha de la primera operación militar para contrarrestar la migración, la intensificación del apoyo de la OTAN, un enorme incremento de la financiación de la seguridad fronteriza y la colaboración (forzada) con terceros países.

Expansión de Frontex

Frontex se creó en 2004. Su misión principal es la coordinación de las operaciones de seguridad fronteriza de los Estados miembros de la UE. Sin embargo, también lleva a cabo sus propias operaciones conjuntas para detener la migración, la mayoría en el Mediterráneo. Hasta ahora estas operaciones han dependido del personal y el equipamiento proporcionados por los Estados miembros que, obviamente, no han cumplido sus promesas.

En los últimos años, Frontex se ha ampliado para convertirse en una Guardia Costera y de Fronteras europea con nuevas misiones y competencias. Dispondrá de un cuerpo permanente de diez mil guardias de fronteras preparados para intervenir en situaciones de “crisis” y podrá adquirir equipamiento por sí solo o en copropiedad con un Estado miembro. Con este fin se han reservado 2.200 millones de euros en su presupuesto para 2021-2027. Está previsto que en 2027 Frontex cuente con un presupuesto anual de 1.870 millones de euros, superando en más de 300 los 6 millones con los que se instauró en 2005.

La nueva Frontex acentúa su función supervisora para evaluar las capacidades de seguridad fronteriza de los Estados miembros, e incluye un asesoramiento vinculante para adoptar medidas destinadas a reforzar dichas capacidades y posibles intervenciones directas en un Estado miembro – incluso sin su consentimiento – por decisión del Consejo de la UE. Frontex podrá además cooperar con terceros países pudiendo llevar a cabo incluso operaciones armadas propias en el territorio de estos países.6

La Operación Sofía y el apoyo de la OTAN

La Operación Sofía (también conocida como EUNAVFOR MED) es la primera operación militar completamente de la UE para detener las migraciones. Consiste en la presencia marina y aérea –después solo aérea– ante la costa de Libia.7 Uno de sus aspectos controvertidos es la cooperación y formación de la Guardia Costera libia. Esta asociación informal de fuerzas gubernamentales y milicias está involucrada en el tráfico de personas, utiliza la violencia contra las personas refugiadas y es responsable de trasladarlas de vuelta a Libia, donde a menudo acaban sujetas a terribles circunstancias en centros de detención.8

La Operación Guardian del Mar de la OTAN asistió a Sophia con apoyo logístico y el despliegue de barcos y aviones. Anteriormente la OTAN también colaboró en la Operación Poseidón de Frontex en el Mar Egeo.

La intensificación del papel de la OTAN, una alianza militar sin mandato humanitario, ejemplifica la militarización de la seguridad fronteriza europea. Asimismo plantea interrogantes sobre la rendición de cuentas, ya que la OTAN está fuera del control parlamentario de la UE y de sus mecanismos de reclamación.

Aumento de la financiación

Desde 2004 la UE ha financiado el desarrollo de la seguridad fronteriza de los Estados miembros con unos 4.500 millones de euros a través del Mecanismo de Schengen, del Fondo para las Fronteras Exteriores y del Fondo para la Seguridad Interior – Fronteras. Un objetivo relevante de estos fondos es conectar las iniciativas de los diferentes países en un sistema común de gestión integrada de las fronteras. EUROSUR, el sistema que reúne los datos de vigilancia de fronteras de todos los Estados miembros para ofrecer un panorama constante de la situación dentro y fuera de las fronteras exteriores de la UE, desempeña el papel principal en este sentido. La financiación se ha destinado a una amplia gama de actividades y compras, incluidos buques, vehículos, helicópteros, sistemas informáticos y equipos de vigilancia. En el próximo ciclo presupuestario de la UE, que va de 2021 a 2027, el nuevo Fondo de Gestión Integrada de las Fronteras sustituirá al Fondo de Seguridad Interior. En la primavera de 2019, el Parlamento Europeo ya aprobó la creación de este fondo con un presupuesto de 7.100 millones de euros.9

Una de las cosas que no financia la UE es la construcción de muros y vallas fronterizas. La Comisión Europea se ha manifestado abiertamente en contra. El portavoz de la Comisión, Alexander Winterstein, ha declarado: “Apoyamos las medidas de gestión de fronteras en las fronteras exteriores. Pueden ser medidas de vigilancia. Pueden ser equipos de control de fronteras… Pero no financiaremos las vallas.”.10 La Comisión también ha descartado la financiación de muros y vallas en el próximo ciclo presupuestario (2021-2027).

Dado que la UE dispone hoy en día de financiación para casi todo menos para las vallas y los muros y la tecnología con la que funcionan, la aversión de la Comisión a los muros parece un espectáculo. Lo que la Comisión Europea no quiere es proyectar a Europa como una parte del mundo físicamente cerrada.

Cooperación con terceros países.11

Aunque los desacuerdos sobre las políticas migratorias dentro de la UE son cada vez más fuertes –por ejemplo en cuanto a la “distribución” de las personas refugiadas entre los Estados miembros– y la renuencia de los Estados miembros a proporcionar dinero, personal y equipamientos para ponerlo en práctica mina el consenso sobre el fortalecimiento de la seguridad en las fronteras exteriores, existe un amplio consenso sobre la cooperación con países no pertenecientes a la UE para detener a los refugiados antes de que lleguen a Europa, la llamada externalización de las fronteras. Si estos refugiados no llegan al territorio europeo, la Unión Europea o cada uno de los Estados miembros individuales no tienen que ocuparse de ellos ni tienen que respetar sus derechos. Por ello, la UE obliga a los terceros países, especialmente en África, a actuar como guardias fronterizos de avanzada mediante la política de la zanahoria y el palo: si cooperan pueden obtener, por ejemplo, beneficios comerciales; si no cooperan, les reducen la ayuda al desarrollo.

Aunque no es nuevo, se ha producido un aumento de las medidas y acuerdos de externalización de las fronteras desde 2005 y una aceleración generalizada desde la Cumbre Europa-África de La Valeta, en noviembre de 2015. La UE y cada uno de sus Estados miembros están aportando millones de euros a diferentes proyectos. Incluyen colaboración con terceros países en materia de acogida de personas deportadas, formación de sus policías y funcionarios de fronteras, el desarrollo de amplios sistemas biométricos y las donaciones de equipamientos, incluidos helicópteros, buques y vehículos de patrulla, y equipos de vigilancia y control. Aunque muchos proyectos se llevan a cabo a través de la Comisión Europea, varios Estados miembros, como España, Italia y Alemania también asumen el liderazgo en la financiación y el apoyo a las iniciativas de externalización de las fronteras mediante acuerdos bilaterales con países no pertenecientes a la UE.

Lo que hace particularmente problemática esta colaboración es que muchos de los gobiernos que reciben asistencia son profundamente autoritarios, y el apoyo que reciben va a parar a menudo precisamente a los órganos de seguridad del Estado más responsables de la represión y de los abusos contra los derechos humanos. Como resultado, la UE ha celebrado acuerdos con regímenes tan infames como Chad, Níger, Bielorrusia, Libia y Sudán, a los que ha proporcionado financiación.

Parte de esta externalización – aunque no se reconozca ampliamente – es la creciente presencia militar de la UE y de los Estados miembros en terceros países como Níger, Libia, Túnez y Mali. Las misiones de la UE en Níger y Mali incluyen como objetivo detener la migración. En Níger, por ejemplo, junto a la misión de EUCAP Sahel hay presencia de tropas italianas, francesas y alemanas para proporcionar asistencia en la seguridad fronteriza, mientras que Alemania ha donado vehículos y equipos de comunicaciones, y han sido Alemania y los Países Bajos los que financiaron el establecimiento de una nueva fuerza especial de fronteras para detener la migración. 12

Consecuencias de gran alcance

Las consecuencias de las políticas migratorias militarizadas europeas son devastadoras. En primer lugar, las personas refugiadas, que se enfrentan a una violencia cada vez mayor en las fronteras militarizadas, se ven obligadas a utilizar rutas migratorias más peligrosas cuando se cierran otras, y se les conduce a manos de redes contrabandistas criminales. Pero las consecuencias aun van más allá especialmente en lo que afecta a la externalización de estas políticas: se fortalecen las dictaduras y la represión hasta debilitar la estabilidad política y económica de los países afectados, y se desvían y malversan los fondos de la cooperación al desarrollo. Con todo ello, es muy probable que a largo plazo estas políticas sólo produzcan un número mayor de refugiados poniendo en entredicho el declarado interés de la UE de “reducir el número de refugiados”.

Mercado de seguridad fronteriza

Si los refugiados, la población de terceros países e incluso la propia UE tienen poco o nada que ganar con las actuales políticas migratorias europeas, ¿a quién sirven entonces? No es de extrañar que las empresas que ejercen una fuerte presión a favor de estas políticas sean también las que se benefician de ellas. La consultora Visiongain ha calculado que el mercado mundial de la seguridad fronteriza ascendió a unos 17.500 millones de euros en 2018, mientras que Market Research Future, otra empresa de consultoría, ha pronosticado que los ingresos aumentarán más de un 8% anual en los próximos años.13 Europa destaca con una tasa de crecimiento prevista en un 15% anual.14

Las empresas

Los principales actores del mercado europeo de la seguridad fronteriza, en particular los gigantes de las armas Airbus, Leonardo y Thales, desempeñan un cínico doble papel. En primer lugar, se benefician de la exportación de armas y equipamientos de seguridad a los países en conflicto y a los regímenes autoritarios de los que muchos refugiados tratan de escapar. Las tres empresas son grandes exportadoras de armas a Oriente Próximo y al norte de África. Luego venden los equipamientos y la tecnología para impedir el paso a esos refugiados en las fronteras europeas y más allá. Están también entre los mayores receptores de financiación de la UE para la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías de seguridad fronteriza.

Airbus y Leonardo han suministrado helicópteros para la seguridad fronteriza a muchos países europeos, a veces con financiación de la UE. Igualmente, Airbus ha vendido sistemas de vigilancia fronteriza a Francia, Rumanía, España, Bulgaria, Argelia y Arabia Saudí, firmando con este último uno de los mayores acuerdos de seguridad fronteriza de la historia por valor de más de dos mil millones de euros. El gobierno alemán donó a Túnez una serie de equipos de la antigua división de seguridad fronteriza de Airbus, que ahora es una empresa independiente llamada Hensoldt. Airbus desarrolló junto con la Industria Aeroespacial de Israel (IAI), el UAV Harfang (un avión teledirigido) que promociona para tareas de seguridad fronteriza.

Thales entregó un sistema de seguridad fronteriza a Letonia, vendió unidades térmicas móviles y sistemas de seguridad fronteriza a España, y su equipo de radar se utiliza en muchos buques de todo el mundo, incluidos los que se destinan a patrullas fronterizas. Junto con la compañía española Aerovisión, ha desarrollado el UAV Fulmar (un dron), presentado a Frontex. Thales también es muy activa en la gestión del DNI electrónico; vende sistemas para ello a Uzbekistán, Francia, Marruecos, Kenia y Reino Unido. En 2019 adquirió Gemalto, una empresa holandesa de seguridad digital y biometría.15 Son clientes de Gemalto en pasaportes biométricos y tarjetas de identificación Argelia, Costa de Marfil, Líbano, Moldavia, Nigeria y Turquía.

Otras empresas que son importantes en el mercado europeo de seguridad fronteriza son el astillero holandés Damen, que vendió buques de patrulla a Albania, Bélgica, Bulgaria, Portugal, Rumanía, Suecia, Países Bajos, Reino Unido, Marruecos, Libia, Túnez y Turquía, y la española European Security Fencing, que suministró alambre de púas para las concertinas de las fronteras de Ceuta y Melilla, a Hungría, Turquía, Austria, Eslovenia, Reino Unido (Calais) y Bulgaria. Otra empresa española, Indra, ha desarrollado un Sistema Integrado de Vigilancia (SIVE) que se utiliza en España, Letonia, Portugal y Rumanía, y la Seahorse Network, una red integrada por fuerzas policiales de los países mediterráneos (tanto de Europa como de África) para detener la migración.

La empresa sueca Saab produce sistemas de vigilancia costera y aérea y sistemas de gestión de fronteras. Ha vendido sus sistemas de seguridad fronteriza a Croacia, Estonia, Francia, Grecia, Suecia y Reino Unido. Entre otros se incluyen los sistemas de vigilancia por radar para uso en aeronaves y en tierra. La empresa estonia de tecnología de vigilancia Defendec ha suministrado su producto estrella, Smartdec –un sistema de monitorización remota con cámaras inalámbricas programadas para reconocer únicamente el movimiento humano– a varios países europeos, entre ellos Finlandia, Bulgaria, Rumanía y Lituania. En 2011, la Embajada de Estados Unidos en Albania donó los sistemas Smartdec a la Guardia Fronteriza albanesa. Y en 2016, la Guardia Fronteriza Estatal de Ucrania recibió de la UE cuatro conjuntos de sistemas de detección inalámbricos Defendec como parte de un paquete más amplio de equipamiento de seguridad fronteriza.

La conexión con Israel

Las empresas israelíes están a la vanguardia del mercado internacional de seguridad fronteriza. Tienen una sola estrategia de venta que capitaliza su actuación en la seguridad fronteriza israelí, incluyendo el muro de separación en Cisjordania y la valla que cerca Gaza en la frontera con Egipto. En general, el equipamiento y la tecnología de las compañías israelíes de armamento y seguridad son reconocidos internacionalmente porque se consideran “probados en el campo de batalla”.16 Al apostar por contratos europeos de seguridad fronteriza, Saar Koush, entonces director general de Magal Security, la empresa que construye el muro en Cisjordania, sostenía: “Cualquiera puede presentaros un bonito Powerpoint pero pocos os podrán mostrar un proyecto tan complejo como Gaza, un campo de pruebas permanente”. 17

RBTec Electronic Security Systems de Israel, seleccionada por Frontex para participar en su taller de abril de 2014 sobre “Sensores y plataformas de vigilancia de fronteras”, se jactaba en su correo de solicitud de asistencia al taller de que sus “tecnologías, soluciones y productos están instalados en la frontera entre Israel y Palestina”. Y en el verano de 2015, Bulgaria y Hungría especularon públicamente con la posibilidad de comprar vallas fronterizas diseñadas por Israel, probadas en la valla de la frontera con Egipto. Aunque ambos países, como la mayoría de los Estados europeos, se decantaron finalmente por empresas constructoras locales para levantar las vallas fronterizas, las experiencias de Israel sirvieron de inspiración.18

Mientras que la mayoría de los muros y vallas terrestres han sido construidos por empresas constructoras locales, la industria militar y de seguridad ha tenido más éxito proporcionando tecnología de vigilancia, de monitoreo e intrusión que acompaña a estos muros, a los buques y aeronaves utilizados en las operaciones de seguridad de las fronteras marítimas, y en los sistemas (biométricos) para registrar, identificar y excluir o deportar a las personas refugiadas.

A este respecto, los vehículos aéreos no tripulados (UAV) han sido uno de los productos de exportación más exitosos para las empresas israelíes, lo que refleja también cómo aumenta la dependencia de los sistemas (semi) autónomos. Elbit vendió en 2015 seis de sus vehículos aéreos no tripulados Hermes a la guardia fronteriza suiza, en un controvertido acuerdo de 230 millones de euros.19 El mismo tipo de UAV fue objeto de un contrato en 2018, por valor de 59 millones de euros, entre la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) y la empresa portuguesa CEIIA para la prestación de “servicios de larga duración y largo alcance con RPAS (vehículo aéreo controlado a distancia) en el ámbito de la vigilancia marítima civil”.20 Elbit, como subcontratista, operará el Hermes para la vigilancia marítima de largo alcance, un servicio que la EMSA pone a disposición de los Estados miembros de la UE y los países asociados. “El hecho de haber sido seleccionados por las autoridades de la UE es otro voto de confianza para el Hermes 900, tras la adjudicación de nuevos contratos de estos vehículos aéreos no tripulados en Europa, Asia Pacífico, América Latina e Israel”, declaró Elad Aharonson, director general de Elbit.21

El famoso avión teledirigido Heron de Israel Aerospace Industries, a su vez, fue seleccionado por Frontex en 2018 para una prueba de vuelos de vigilancia en el Mediterráneo. El importe de la operación fue de 4,75 millones de euros por 600 horas de vuelos de prueba, en los que la IAI se adjudicó el contrato frente a dos competidores de países de la UE.22 IAI se asoció con Airbus DS Airborne Solutions para realizar los vuelos, el primero de los cuales se realizó desde Creta (Grecia).23 El Heron lo utilizan ejércitos de todo el mundo, incluidos los de Estados Unidos, Turquía, Marruecos e India. Sin embargo, su principal usuario es el propio Israel. Los utilizó, armados con misiles Spike, en la guerra de Gaza en 2009. Según Human Rights Watch, el uso de aviones no tripulados “provocó la pérdida de muchas vidas civiles”, debido a “la elección de los objetivos por parte de Israel.”24

Conclusiones

La UE hace caso omiso de su responsabilidad en la creación y el mantenimiento de un sistema económico mundial injusto y del papel de su política exterior, así como del de sus conocidos traficantes de armas en el fomento de los conflictos y la represión. Su principal respuesta a la inmigración ha sido invertir en seguridad fronteriza con una mayor participación militar. La floreciente industria militar y de seguridad de Europa se ha beneficiado con complacencia. Quienes sufren esta estafa son las personas refugiadas que padecen horribles consecuencias por estas políticas y prácticas.

La UE ha sido duramente criticada por su política de seguridad fronteriza –y especialmente por su actual militarización– por Naciones Unidas, y por organizaciones de derechos humanos y de apoyo a los refugiados. Su trato a las personas refugiadas viola los derechos humanos, incluido el derecho fundamental a solicitar asilo, y es contrario al derecho internacional. Sus políticas de externalización de las fronteras provocan una intensificación de la represión y la pobreza en terceros países. Sin embargo, sigue avanzando por la misma vía inhumana y violenta.

La UE tiene que cambiar su rumbo y dar prioridad a las vidas y los derechos fundamentales de las personas refugiadas. Tiene que reconocer su papel como promotora del impulso migratorio y trabajar para eliminarlo, lo que debería incluir un embargo sobre la venta de armas a Oriente Próximo y al norte de África. Y en lugar de prestar oídos a los lobbys de la industria militar y de seguridad para conseguir cada vez más proyectos de seguridad fronteriza, la UE tiene que desmilitarizar las fronteras, derribar los muros y las vallas fronterizas y proporcionar a las personas refugiadas el refugio y el apoyo que necesitan.


1 Los datos de este capítulo han sido publicados previamente en Mark Akkerman, “https://www.tni.org/en/publication/border-wars?content_language=es”, Stop Wapenhandel/TNI, julio de 2016; Mark Akkerman, “Border Wars II: an update on the arms dealers profiting from Europe’s refugee tragedy”, Stop Wapenhandel/TNI, diciembre de 2016; Mark Akkerman, “Expanding the Fortress: the policies, the profiteers and the people shaped by EU’s border externalisation programme”, Stop Wapenhandel/TNI, mayo de 2018; y Mark Akkerman, “The business of building walls”, Stop Wapenhandel/TNI, noviembre de 2019

2 Ainhoa Ruiz Benedicto y Pere Brunet, “Levantando muros: Políticas del miedo y securitización en la Unión Europea”, Centre Delàs/TNI/Stop Wapenhandel, noviembre, 2018.

3 Ben Hayes, Steve Wright y April Humble, “From refugee protection to militarised exclusion: what future for ‘climate refugees’”, en: Nick Buxton and Ben Hayes (ed.), “The Secure and the Dispossessed: how the military amd corporations are shaping a climatechanged world”, Pluto Press, Londres, 2015.

4 Martin Lemberg Pedersen, “Private security companies and the EU borders”, en: Thomas Gammeltoft-Hansen, Ninna Nyberg Sørensen, The Migration Industry and the Commercialization of International Migration, Routledge, 2013.

5 Véase, por ejemplo: Chris Jones, “Market Forces: The development of the EU Security-Industrial Complex”, Statewatch and TNI, agosto, 2017; Bram Vranken, “Securing Profits: How the arms lobby is hijacking Europe’s defence policy, Vredesactie”, octubre, 2017.

6 Consejo de la UE, “Servicio Europeo de Fronteras y Guardacostas: El Consejo confirma su acuerdo sobre el refuerzo del mandato”, comunicado de prensa, 1 de abril de 2019

7 Consejo de la UE, EUNAVFOR MED “Operación Sofía: mandato prorrogado hasta el 30 de septiembre de 2019”, comunicado de prensa, 29 de marzo de 2019

8 Véase, por ejemplo: https://www.globaldetentionproject.org/countries/africa/libya

9 Parlamento Europeo, “Migración y asilo: fondos de la UE para promover la integración y proteger las fronteras”, comunicado de prensa, 19 de febrero de 2019

10 Gabriela Baczynska, “La UE y Hungría se enfrentan por la cuestión migratoria antes de la sentencia”, Reuters, 1 de septiembre de 2017

11 Para más información y fuentes, véase: Mark Akkerman, “Expandiendo la fortaleza: Las políticas de externalización de las fronteras de la UE”, Stop Wapenhandel/TNI, mayo de 2018

12 “Alemania y Países Bajos respaldan a la fuerza fronteriza de Níger para contrarrestar la migración”, AFP, 1 de noviembre de 2018

13 “Un analista de Visiongain afirma que el mercado de seguridad fronteriza alcanzará un valor de 19.900 millones de dólares en 2018”, Visiongain, 18 de junio de 2017; Market Research Future, Border Security Market Research Report – Forecast to 2023, mayo de 2018

14 “Investigación sobre Seguridad Nacional, Fronteras Inteligentes, Aplicación de la legislación sobre Inmigración y Mercados de Seguridad Fronteriza en Europa 2017-2022”, Mayo 2017

15 Chris Burt, “Gemalto pasa a denominarse Thales Digital Identity and Security tras completar su adquisición”, BiometricUpdate.com, 2 de abril de 2019

16 “Combat proven: Nederlandse militaire relaties met Israël” (Probados en combate: relaciones militares de Holanda con Israel), Stop Wapenhandel, junio, 2016

17 Naomi Zeveloff, “Las empresas israelíes que construyeron el muro de Gaza contemplan su expansión en Europa, y África (y con Trump,)” Forward, 3 de agosto de 2016

18 Dan Williams, en exclusiva: “La crisis de los inmigrantes estimula el interés europeo por las barreras fronterizas israelíes”, Reuters, 3 de septiembre de 2015

19 “Suiza comprará 6 aviones teledirigidos de vigilancia fabricados en Israel”, Times of Israel, 8 de septiembre de 2015

20 Disponible aquí.

21 EMSA contrata a la empresa israelí Elbit para servicios de patrulla aérea no tripulados, Naval Today, 2 de noviembre de 2018. EMSA contrata RPAS adicionales para vigilancia marítima, seguimiento de emisiones y respuesta a la contaminación, Naval Today, comunicado de prensa, 28 de noviembre de 2018.

22 Disponible aquí.

23 “IAI y Airbus maritime Heron Unmanned Aerial System (UAS) completan con éxito 200 horas de vuelo en el espacio aéreo civil europeo para Frontex”, IAI, comunicado de prensa, 24 de octubre de 2018

24 “Precisión para el mal: civiles de Gaza asesinados por misiles lanzados desde aviones teledirigidos israelíes”, Human Rights Watch, 30 de junio de 2009