Más lucha, más resistencia y más solidaridad con los migrantes

Khadija Ainani

(traducido por Sinfo Fernández Navarro)

Más lucha, más resistencia y más solidaridad con los migrantes

La Carovana Abriendo Fronteras, 2019. Credits: https://abriendofronteras.net.

Más lucha, más resistencia y más solidaridad con los migrantes

La frontera de Ceuta y Melilla,1 se caracteriza por la existencia de una estrecha vigilancia por parte de Marruecos y España, por las vallas de alambre de púas y por la presencia permanente de fuerzas marroquíes y españolas para evitar que los migrantes pasen hacia España. Hay cientos de migrantes del África subsahariana en las zonas próximas a la frontera, en la cercana ciudad de Nador y en el bosque del monte Gurugú.

Los muros que rodean a las dos ciudades no son diferentes respecto a los de otras partes del mundo, lo que convierte nuestra lucha por construir puentes y no muros en una lucha conjunta que abarca la lucha por la libre circulación y por el derecho de las personas migrantes y refugiadas que han huido de condiciones miserables e inhumanas en sus países de origen a entrar y ser recibidas.

El cierre de la frontera y la construcción de muros sólo complican la situación de estas personas. Muchos de los migrantes tratan de escalar el muro y acaban gravemente heridos por las concertinas, o buscan formas más peligrosas de llegar a Europa como cruzar por el mar arriesgándose a perder la vida por ahogamiento. Son muchos también los que acaban siendo víctimas de la trata de migrantes.

Los muros que rodean Ceuta y Melilla los ha financiado España y han sido construidos con la aprobación marroquí. Marruecos ha ejercido durante años como policía de vigilancia de las fronteras meridionales de la Unión Europea (UE)–especialmente de la frontera española– a cambio de financiación de la UE. Lo que tenemos que hacer en tanto que sociedad civil y defensores de los derechos de los migrantes es construir una fuerte solidaridad con ellos, uniendo nuestras luchas y trabajando para desafiar la legislación y los procedimientos que tratan de impedir que los migrantes crucen. Tenemos que luchar para garantizar el respeto de sus derechos fundamentales –incluido el derecho a la circulación– y obligar a los Estados a derogar las leyes que penalizan la migración. Es necesaria una verdadera solidaridad con los inmigrantes.

No podemos construir otro mundo sin muros si no podemos unir nuestras luchas y resistir juntos todas las políticas que operan para frenar la migración e imponer leyes penales. Tenemos que ejercer presión para garantizar el respeto de los derechos humanos y los derechos de los migrantes, y sacar a la luz todas las medidas adoptadas por los países del norte global para reforzar los controles fronterizos.


1 Los enclaves españoles de Ceuta y Melilla se encuentran en la costa norte de la costa mediterránea de Marruecos. Juntos forman las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea con África.