Entrevista: Si hay respecto no tiene que haber muros
En Agosto 2019, StoptheWall entrevistó a Soledad Ortiz, miembro del Observatorio de los Derecho Humanos de los Pueblos y Asamblea de los Pueblos en Defensa del Territorio, la Educación Pública, Laica, Gratuita y los Derechos Humanos, Oaxaca, México.
StoptheWall: Israel ha exportado la idea de los muros allá de Palestina, al resto del Mundo. El caso del Muro de los EEUU contra México es un ejemplo nítido: El famoso comentario de Donald Trump que Benjamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel, le dijo que “el Muro funciona” solamente confirma que el muro de los EE.UU. está inspirado del modelo israelí. Las mismas empresas israelíes – Elbit Systems y Israeli Aerospace Industries – que construyen el Muro en Palestina, tienen desde hace años contratos por el muro en la frontera con México.
En el 2017, el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos organizó una Caravana Internacional contra los Muros de Infamia que ha denunciado, entre otras cosas, esta conexión.
¿Puedes hablarnos un poco más de la Caravana, como nació la idea y cuáles fueron las reivindicaciones en su totalidad?
Soledad Ortiz:En el 2017 iniciamos con una caravana internacional y partiendo desde la capital del Estado de Oaxaca recorrimos varios estados del país: Puebla, Ciudad de México, Querétaro, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y terminamos en Nogales Sonora. La Caravana se llamó “Caravana Internacional por la Unidad de los Pueblos y Contra los Muros de la Infamia, el Paramilitarismo y la Reforma Educativa”. Era una iniciativa con una propuesta de unificar las luchas contra los muros físicos. Lo que tenemos nítido es la urgente necesidad de globalizar nuestras luchas contra las guerras, el despojo, contra los genocidios, estos deben ser los objetivos de lucha para poder sobrevivir y salvar nuestro planeta.
Como Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos, en 2017 hicimos esta caravana como respuesta a todas las agresiones que hemos vivido, contra el paramilitarismo y todas las amenazas de muerte que estamos hasta hoy viviendo en Oaxaca por parte de grupos paramilitares como “Antorcha Campesina”. La caravana tenía el objetivo de denunciar que de forma sistemática se violan los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas, denunciar que hay pueblos que son expulsados de sus territorios como lo es el pueblo de palestina y en México desplazamientos forzados por la implementación de “Proyectos de muerte” como los proyectos mineros o construcción de parques eólicos o proyectos hidroeléctricos. Las empresas trasnacionales siguen con sus proyectos de muerte ya que las agresiones de los grupos paramilitares siguen sucediendo con total impunidad.
Estos agravios tienen como objetivo central despojar a los pueblos de su territorio y esto es muy parecido a lo que sucede en Palestina.
Hicimos un encuentro en Hermosillo Sonora para marcar el Día Global de Interacción por un Mundo Sin Muros el día 9 de Noviembre 2017 y algunos delegados de Palestina y otros países se solidarizaron. Llegaron compañeros para denunciar y contar sus experiencias y entonces dijimos que tiene mucha similitud las agresiones que estamos viviendo los pueblos en todo el mundo. Podemos decir que son políticas diseñadas por el imperio que se traducen a un proyecto neoliberal que explota los territorios y recursos naturales imponiendo el militarismo como la forma en la cual obligan a los pueblos a entregar sus recursos, despojándolos y obligándolos a los desplazamientos forzados.
Pues somos los pueblos originarios, los pueblos indígenas quienes hemos vivido más estas agresiones y el despojo de nuestro territorio. Lo que puedo decir es que aquí en México los agravios que vivimos vienen a despojarnos de nuestros recursos naturales y de territorios. Estas políticas son las políticas que aplica el imperialismo, en México como en Palestina. Por lo que decimos que tiene una relación estrecha con lo que pasa en Palestina. Es el mismo modelo de militarismo y la misma política que presupone que se puede despojar los pueblos del mundo de sus territorios y recursos naturales.
Y los mismos modelos destruyen la vida a los pueblos también en otros lugares. En Colombia también los pueblos son desplazados, reprimidos y asesinados. Los únicos responsables son el modelo neoliberal porque siembran sus políticas de terror con el militarismo. Es por ello que debemos exigir que se respete nuestra soberanía para resolver nuestros problemas de forma pacífica y justa.
StoptheWall: ¿La lucha contra el despojo es el tema que más conecta los pueblos de México y Palestina?
Soledad: Lo que está pasando en Palestina y en México son formas de desplazamiento de los pueblos. ¿Cómo es posible que desplacen pueblos enteros?
Es muy lamentable estos agravios, nos indigna mucho cuando llegan compañeros desde Palestina que nos cuentan de esto o nuestros compañeras que han ido y regresan y nos muestran fotos y videos y hablan de las formas en que están reprimiendo los pueblos en su propios territorios, como están construyendo muros, cancelando la libertad de los pueblos en sus propios territorios no es justo porque no les permiten que se desarrollen. Cancelan prácticamente la posibilidad de sobrevivir como pueblo. Es una manera de acabar con la vida de los pueblos, es un genocidio el que están haciendo. Los pueblos ya no son libres ni de circular en sus propios territorios; es terrible y muy triste.
Aquí en México también hay un muro en la frontera con los EE.UU. para evitar que los pueblos pasen, pero no hay ningún muro por los recursos naturales que pasan en manera permanente, siguen saqueando lo que nos pertenece.
En Oaxaca entre los pueblos originarios no necesitamos muros para poder respetar nuestros territorios. Se puede consensuar que aquí está el límite de nuestro territorio, podemos poner unas piedras, una señal y así respectamos los respetamos. Tú tienes que respetar mis bosques, mis ríos, y yo no voy poner mis animales en tu territorio. No así los países imperialistas; no respetan los derechos humanos, violentan la ley de los países y violan los tratados internacionales, son los poderosos que construyen los muros. Como dijo un presidente de México, un zapoteco de Oaxaca: “Entre las naciones como entre los individuos el respeto al derecho ajeno es la paz” y es un lema muy importante. Si hay respecto no tiene que haber muros.
Sin embargo, el neoliberalismo ya no está generando ningún valor humano, no hay ninguna relación de respeto. La idea de la hermandad está olvidada, se cancela la comunicación entre los pueblos, se cancela su cultura y se acaba con la dignidad humana.
StoptheWall: En Palestina, el despojo del pueblo Palestino en masa empezó en el 1947 cuando las Naciones Unidas decidieron entregar casi la mitad del territorio de Palestina a la construcción del Estado de Israel. Más de 500 comunidades y aldeas fueron limpiadas étnicamente o destruidas por fuerzas militares y grupos paramilitares israelíes. Hoy Israel de hecho controla el 87% del territorio palestino mientras la mayoría del pueblo palestino es refugiado. El ejército israelí y grupos de colonos continúan despojando familias y comunidades palestinas de sus casas y tierras. ¿Puedes explicarnos la realidad y los métodos de despojo en México?
Soledad: Puedo dar como ejemplo lo que está pasando en el pueblo mixteco de El Ojite Cuauhtémoc, Tlaxiaco, Oaxaca. En la región hay una minera de carbón y a partir de esta hay agresiones contra el pueblo, ya que son un obstáculo para la implementación de este proyecto. Por la forma colectiva de tomar decisiones sobre sus territorios y recursos naturales, es importante que los pueblos que desde siempre han vivido ahí sean respetados sus territorios para la vida comunitaria.
Por este la situación en El Ojite Cuauhtémoc está muy difícil. La comunidad y nosotras como personas defensoras de los derechos humanos que acompañamos a la comunidad somos amenazadas de muerte y agredidas físicamente. Yo fui amenazada de muerte el 16 febrero del 2017. Algunas personas de la comunidad fueron agredidas gravemente y me llamaron telefónicamente para que las pueda acompañar al hospital y a la fiscalía para hacer las denuncias. Y ahí me rodearon unos 20 o 25 paramilitares y me dijeron cosas como “No vas vivir para contarlo”, “esto te pasa por defender a pinches indios”. El día 3 de abril del 2017, la compañera Daniela González López, quien es la Coordinadora Internacional del Observatorio, también fue amenazada de muerte por el mismo grupo paramilitar de Antorcha Campesina, al mismo tiempo que los compañeros de la Comunidad de San Miguel, Tetepelcingo, región de la costa. El 22 de septiembre del 2018 despojaron más de dos hectáreas de tierras de El Ojite Cuauhtémoc, a la fecha tienen ocupando sus tierras. Los compañeros son dueños de estas tierras y tienen también las escrituras para comprobarlo. Es un espacio por servicios sociales, para la salud, para niñas y niño. Los despojan y se hace la denuncia pero no pasa nada. Al contrario, el 26 de mayo 2019 agredieron de nuevo a las autoridades municipales, el compañero Severiano Melchor Mejía, Gregorio Melchor Mejía y tres compañeras; Emperatriz, Edith y Marcelina. Le rompen la cabeza a una de ellas, a otra le golpean con un palo de madera y a otra la golpean. Las compañeras mujeres hasta ahora tienen problemas de memoria por los golpes que han sufrido. Denuncian lo ocurrido y no pasa nada.
Puedo contar también del desplazamiento forzado de la compañera Bernardina Santiago Lopez. Ella fue desplazada de su comunidad por defender los derechos de las mujeres, de los niños y de su pueblo. Los paramilitares cercaron su casa para que no pudiera volver. Después de haber sido desplazada de su comunidad, la compañera se dio cuenta de que habían modificado su CURP (Clave Única de Registro de Población) para que apareciera en los archivos administrativos como fallecida. Fue otra manera de invisivilizarla.
Como Observatorio denunciamos estos casos y esta realidad. Es muy importante que hablemos y denunciemos para que no acaben completamente con nosotros. Por esto nos aglutinamos como pueblos. Es muy importante la organización de los pueblos para defendernos y tenemos que unirnos también a nivel internacional, tenemos que globalizar nuestras luchas y nuestras esperanzas.
StoptheWall: ¿Cuál es el papel del estado y sus instituciones frente a todo esto?
Soledad: Lo que estamos diciendo en Oaxaca es que la fiscalía estatal protege este grupo paramilitar porque es una forma de sembrar el miedo, para que nadie diga nada y así se sigue despojando a los pueblos de su territorio. De igual forma que ponen los muros como una forma de forzar el desplazamiento del pueblo palestino. Aquí no tenemos muros físicos pero decimos que las políticas que están aplicando con los grupos paramilitares tienen los mismos efectos.
Estos grupos de choque han empezado a ejercer su violencia durante los gobiernos neoliberales de los partidos PRI, PAN y en los últimos años con Peña Nieto como presidente de México. Siembran miedo y terror para que los pueblos se sienten obligados a aceptar estos proyectos que les son impuestos con la fuerza. Jamás consultaron a los pueblos, como sería obligatorio bajo la Ley Internacional y el Convenio del 1989 sobre los Pueblos Indígenas de la Organización Internacional de Trabajo. Lo único que hemos vivido es el terror y las agresiones, para obligarnos a aceptar proyectos sin tener un proceso de consulta informado de manera tal que sean los pueblos quienes deciden. No se ha hecho nada de todo esto.
Durante estos gobiernos del PRI y de Peña Nieto nadie nos veía. Aun cuando hicimos las denuncias en las instancias donde correspondía, nadie nos escuchó. Por esto era muy importante hacer la Caravana Internacional y juntar nuestras luchas, como por ejemplo con la lucha del pueblo palestino y otros pueblos del mundo.
StoptheWall: En Oaxaca tienen una historia muy inspiradora de luchas contra este sistema de la cual tal vez podemos aprender. ¿Puedes platicar un poco de esto?
Soledad: Como pueblos de Oaxaca hemos siempre tenido una vida comunitaria importante y hemos vivido muchas experiencias de lucha en el pasado. La más reciente fue en el año 2006 y es una experiencia muy importante que se conoce en todo el mundo, se comparaba a la Comuna de París porque logramos aglutinar todos los sectores de la sociedad. Fue una lucha donde estaban maestros, pueblos originarios, mujeres, estudiantes, sindicatos de la salud, de telefónicos y electricistas, campesinos y comunidades eclesiásticas de base.
¿Qué elementos fueron los que nos permitieron aglutinar todos estos sectores? Los pensamientos de los pueblos originarios de Oaxaca – y esto vale también para todo México – han sido siempre más colectivos, una forma de vida comunitaria basada en asambleas que hacemos para resolver cualquier problema que se nos presenta, sea de salud, de agua, de nuestros recursos naturales. Nos reunimos, platicamos y consensuamos y si hay ideas sobre las cuales coincidimos las tomamos y las mejoramos. Así construimos nuestra lucha y esto nos ha permitido sobrevivir como pueblos originarios.
Como en muchos otros lugares América Latina, donde se han dado luchas por el poder popular, el 2006 fue una semilla de poder popular. Este nos da una identidad única. Somos una unidad a pesar de las diferencias. Por ejemplo solo en Oaxaca somos 16 pueblos originarios pero tenemos un pensamiento que nos unifica. Tenemos prácticas comunes como el ‘tequio’ que es un trabajo que hacemos sin remuneración en manera colectiva o la ‘gueza’ que es una forma consensual y solidaria de resolver nuestros problemas. Estos son los elementos que nos permiten aglutinar y caminar juntos, siempre respetando las diferencias. En los aspectos que coincidimos nos ponemos de acuerdo sobre como resistir en manera conjunta.
El Observatorio nace de estas experiencias en el 2016. Recuperamos varios foros que hemos hecho con varios pueblos de América Latina. En la asamblea de fundación del Observatorio participaron compañeras y compañeros de 13 países, sobre todo de América Latina pero también de EEUU, el Estado Español y después se integró también Palestina. Lo que hemos entendido es que nuestras luchas ya no pueden estar aisladas, tienen que ser luchas unitarias y conjuntas. La unidad de los pueblos es muy importante para poder resistir esta política neoliberal, de militarización y de guerra que cancela la paz de los pueblos y provoca los desplazamientos constantes.
StoptheWall: En abril de este año el Observatorio ha organizado el Tribunal Popular contra el paramilitarismo en Oaxaca y hemos construido en forma conjunta el Tribunal Popular sobre el papel de Israel en la militarización de México. ¿Cuál es la importancia que le das tú a estos tribunales?
Soledad: Los tribunales populares tienen un impacto muy importante ante la falta de justicia, la total impunidad y la convivencia de las instancias oficiales. Son espacios del poder popular donde los pueblos tienen la oportunidad de denunciar todo lo que pasa, los ataques, las agresiones y pueden formular propuestas.
También durante el periodo de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en el 2006 hemos hecho Tribunales Populares y fue muy importante porque nos permitió visibilizar el tema. Hasta se internacionalizó.
Con el Tribunal Popular del 8 de abril de 2019 contra el paramilitarismo en Oaxaca conseguimos traer nuestro asunto desde Oaxaca, donde ya no escuchaban más, hasta Ciudad de México. Cuando llegamos ahí, ellos nos dijeron “regrésense y ya vamos platicar”. No quieren que se conozca la verdad.
Para el Tribunal sobre el papel de Israel en la militarización en México llegaron desde Palestina para denunciar los hechos. Consideramos los Tribunales Populares muy importante para difundir las noticias pero sobre todo para aglutinar nuestras fuerzas y globalizar nuestras luchas.
Los Tribunales populares son instancias y espacios donde el pueblo llega, denuncia y en manera colectiva y unitaria busca una forma de cómo responder antes los agravios. Es una forme de enfrentar la impunidad cuando las autoridades archivan sencillamente las denuncias. Los Tribunales Populares son una manera de levantar la voz, lograr visibilidad mediática y presentar mecanismos de cómo construir justicia desde los pueblos.
StoptheWall: Mirando al futuro, ¿puedes darnos una visión de cómo podemos construir un mundo más justo, un Mundo Sin Muros?
Soledad: Hoy en México con el gobierno de la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador tenemos la esperanza que acabe la impunidad de los paramilitares y del partido que los apoya y que haya justicia. Planteamos que en el México de hoy haya espacios, como son los tribunales con jueces del pueblo, donde podamos ejercer nuestra capacidad y nuestra experiencia respecto a cómo se imparte la justicia desde los pueblos, desde luego en el marco del respeto de los derechos humanos. Pero para lograr estos sueños tenemos que unificarnos todos los pueblos, sobre todo los pueblos originarios. Por eso es urgente juntarnos.
Yo como mixteca, considero esencial reconstruir nuestra memoria histórica para recuperar nuestra esencia y nuestra historia y convertirnos en sujetos de derecho para reconstruir nuestra vida comunitaria de forma integral y colectiva como pueblos indígenas. Así podremos juntos pugnar por el respeto de los recursos naturales y la defensa de nuestros territorios para construir el buen vivir como parte del poder popular.
Cuando hablo de la integridad se deben plantear propuestas en todos los ámbitos. Sobre todo necesitamos una educación para transformar, como dice Paulo Freire. Una educación que transforme nuestra realidad y una nueva cultura que recupere y promueva la solidaridad, la fraternidad, la paz, la democracia y la justicia. Tenemos que plantearnos una nueva economía basada en la solidaridad y ayuda mutua para poder garantizar nuestra sobrevivencia, ya que los poderosos nos están quitando y destruyendo nuestras formas de vida al despojarnos de los territorios. Sin nuestros territorios no seriamos nada. Es por eso que la lucha por la vida debe ser constante y permanente respetando los derechos humanos y los derechos de los pueblos.
Que paren los muros, que paren los ataques, alto a los asesinatos y desplazamientos forzados. Intensificaremos la lucha de los pueblos para que los agresores que despojan territorio dejen de destruir nuestras vidas y entreguen de forma inmediata los territorios que despojaron como el caso concreto de Palestina y la comunidad indígena mixteca de El Ojite Cuauhtémoc, Tlaxiaco. Oaxaca, México.