Los muros del territorio denominado Argentina
El muro en Argentina. (Crédito: German Romano.)
Los muros de odio contra las personas están proliferando en este territorio hace varios años, además de lugares de encierro explícitos; cárceles. Esto se hace a partir de una construcción de otredad, estigma y generación de miedo a otra persona que siempre es pobre o migrante, los emprendimientos privados permitidos por el Estado o el mismo Estado son quienes ejecutan estas políticas. Las excusas que se utilizan para encubrir el verdadero motivo -el odio a pobres y migrantes- de estos presidios encubiertos son siempre los mismos; la inseguridad o el narcotráfico.
La alianza entre empresas privadas, Estado y medios de comunicación para llevar adelante estas políticas es muy nítida. El medio digital más leído en Argentina es infobae, del cual su dueño es Daniel Hadad quien fundó una empresa junto a Mario Montoto, Presidente de la Cámara de Comercio Argentina-Israelí, que se dedica a la venta de cámaras de control y sistemas de vigilancia. Este periódico como generador de subjetividades y opinión pública insufla con sus titulares y notas el temor a la inseguridad. Las personas por el miedo a perder su propiedad privada, luego exigen muros y más seguridad votando a partidos políticos con plataformas basadas en mano dura y gatillo fácil, que no es más que el asesinato de las personas que temen.
¿Por qué hablar de lugares de encierro encubiertos?
En un Municipio de la Provincia de Buenos Aires, San Isidro, donde viven personas de altos ingresos, el ejecutivo municipal realizó un muro en un espacio público, en una calle que funciona como límite con otro municipio. El intento de segregación duró solo unos días, ya que luego las personas se encargaron de derribarlo. Las declaraciones del intendente Gustavo Posse sobre la intencionalidad que tuvieron deja expuesto el intento de guetización según la definición de Loïc Wacquant. Posse expresó “Es cierto que el proyecto, que en muchos lados se lleva adelante, es bloquear el cruce de las calles de modo tal que la circulación sea obligada por dos o tres lados para que allí haya destacamentos policiales, cámaras, refugios para la gente a la espera de transporte público”.
Asimismo continuó en la misma línea sobre la extrema vigilancia a un sector de la sociedad: “Es mucho mejor, es un patrullaje muy fuerte, pero ese lugar sigue siendo un lugar de preocupación. Hoy se satura con patrullaje y no con un muro, pero en algún momento sería bueno, no digo un muro, pero que la circulación sea obligada por tres lugares de fuertísima presencia policial”. Hoy con las nuevas tecnologías de reconocimiento facial y sistemas de vigilancia, el control sobre la población de parte de las fuerzas represivas del Estado, se incrementó notablemente.
Hay cinco provincias argentinas que poseen la mayor cantidad de muros, Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Santa Fe, no obstante hay muros realizados en todo el territorio.
En todas las dictaduras militares o gobiernos de derechas hubo planes de expulsión de personas migrantes y pobres y en esta democracia no difiere mucho. Un ejemplo de esta situación, la villa 31 en Buenos Aires, tuvo 4 programas de erradicación, uno de ellos fue durante el gobierno dictatorial de derechas de Agustín Justo en 1935; el otro fue en el año 1968 durante el gobierno del radical Arturo Illia; en la dictadura cívico-militar-eclesiástica en 1976 (redujo la población de los barrios de casi 200.000 personas en 1976 a poco más de 10000 en 1983) y el último en esta democracia en el gobierno de las derechas de la alianza CAMBIEMOS.
La vergüenza nacional
Estos no son los únicos muros construidos en este territorio, hay en varias ciudades del país. El más extenso es el construido en la frontera con Paraguay en Posadas, capital de la provincia de Misiones, donde en el 2015 se levantó un muro de 5 metros de alto y 1300 metros de extensión.
La obra fue construida por las autoridades de la represa binacional de Yacyretá, primeramente se colocaron alambrados en 2014 y luego se comenzó con la construcción del muro con un costo de U$S15 millones. Este muro segregacionista imposibilita el paso a pie de personas, por lo que solo es posible cruzar la frontera por medio de vehículos o Tren y ómnibus. Es importante destacar que el transporte público está operado por la misma empresa, Don Casimiro. Se han realizado diversas protestas por este muro y solo se logró que en 2017 las autoridades derribaran 8 metros para permitir el paso directo de los vehículos.
Las autoridades nacionales y provinciales nunca expresaron cuales eran los motivos de la construcción de este muro, no obstante una diputada salteña, Liliana Mazzone, durante la construcción expresó en redes sociales: “Me alegro !!! Cansada de paraguayos que votan y cobran en Argentina !!! A controlar !!!!” dejando muy nítido el sentir xenófobo de una parte de la población argentina. En los últimos años, lo que no pudieron impedir las autoridades argentinas es el aprovechamiento de las personas con vehículos que cruzan la frontera para cargar combustible en Paraguay ya que tiene un costo muy inferior.
Es un muro similar al de Gaza o México
En una entrevista en el año 2017 para el periódico Hoy de Paraguay, el concejal de la ciudad de Encarnación, lindera a Posadas, Andrés Morel se expresó sobre el muro, “Nosotros los paraguayos, al cruzar la frontera, vemos una especie de animadversión, porque es un muro similar al que está en Gaza. Nosotros sentimos que ellos se quieren separar de alguna forma de nosotros” y detalló que la población encarnacena estaba completamente en desacuerdo con el muro.
Se hizo una petición en Change.org desde Paraguay donde se solicita firmar para acompañar el pedido del fin del muro, “Parece que se ha adoptado localmente la idea del reaccionario ultraderechista norteamericano Donald Trump que pidió la construcción de un muro en la frontera entre México y USA. En nuestra frontera con Paraguay eso no es para nada necesario. Los funcionarios que hicieron posible este mamotreto son ignorantes de los usos y costumbres antiquísimas. Con esta construcción se hiere de muerte al ‘comercio fronterizo de pacotilla’ con el cual muchísima gente humilde puede sobrevivir. Tanto argentinos como paraguayos. Además es horrible para la vista de una costanera que es un ejemplo de belleza natural. Amurallan el sector de ingreso más importante de la provincia de Misiones, mientras que descuidan cientos de puntos fronterizos por donde se cruza droga y contrabando a granel”.
Las mismas formas de confinamiento y los dispositivos llevados adelante por el régimen de apartheid contra el pueblo palestino, hoy son exportados para segregar a las poblaciones pobres y migrantes en el territorio argentino.